Una de las cosas más importantes a la hora de crear historias de ficción es lograr la verosimilitud literaria. Para que algo resulte verosímil tiene que “parecer verdad”, debe resultar creíble.
A menudo se confunde verosímil con verdadero. Sin embargo, son conceptos diferentes.
Significado de verosímil
La definición de verosímil, en su primera acepción, según la RAE es “que tiene apariencia de verdadero“. Has leído bien “apariencia” de verdadero que no es lo mismo que verdadero. Puede serlo o no.
Una situación que se repite en mis cursos de escritura, es cuando, tras indicarle a un alumno que su historia no resulta del todo verosímil, deja escapar una sonrisa para señalar después que lo que ha contando es cierto, que sucedió en la realidad. Es un momento que espero que llegue tarde o temprano, sobre todo en los cursos de escritura presenciales.
No pongo en duda que el suceso ocurrió de verdad. Pero toda esa realidad no está contenida en un texto, y mucho menos en un relato de tres o cuatro páginas. El escritor, lógicamente, ha eliminado elementos, ha seleccionado parte de la información, ha contado solo algunas escenas, incluido breves descripciones, fragmentos de esa realidad. Y esa selección de datos puede estar descompensada, puede confundir o puede ser insuficiente para que se entienda bien. Ese es el problema. Tzvetan Todorov lo explica muy bien con una frase. “El lector extraerá su información sobre lo verosímil no solo de lo que se le dice, sino también de lo que no se le dice“.
Fijaos en la frase que he puesto al principio de esta entrada: Para que algo resulte verosímil tiene que “parecer verdad”, debe resultar creíble. “Parecer verdad”, que lo sea o no, es otra cuestión muy distinta. ¿Que sería si no de las historias fantásticas? La verosimilitud debe estar presente tanto en las historias realistas como en las que no lo son.
“Apariencia” de verdadero
Por otra parte, a veces la realidad supera a la ficción, como siempre decimos. Y algunos sucesos reales pueden resultan inverosímiles, o en todo caso menos verosímiles que la propia ficción. De nuevo Aristóteles, en su Retórica, pone el dedo en la llaga: “Se debe preferir lo imposible verosímil a lo posible increíble”. Verosímil es pues lo convincente. Como hemos dicho tiene apariencia de verdadero. Lo que no quiere decir que lo sea.
Curiosamente este concepto de verdad y verosimilitud se asimila mejor en los cursos de escritura autobiográfica, porque entienden perfectamente que no estoy hablando de la realidad, sino de la escritura, del texto, es decir, del resultado del ejercicio. Algo verosímil no tiene por qué ser cierto, pero sí debe tener “apariencia de verdadero”.
Inverosímil, definición
Por el contrario, algo resulta inverosímil cuando es difícil de creer. Nada tiene que ver, como hemos dicho, que sea o no cierto, sino que resulta poco creíble. En ocasiones, esa inverosimilitud proviene de lo inusual o extraño del hecho que hemos contado, pero, en literatura, la inverosimilitud tiene su origen, normalmente, en la falta de recursos del escritor. En otras palabras, que no hemos sabido contarlo bien.
¿Cuáles son los errores más frecuentes que provocan que un texto o escena resulte inverosímil? Con frecuencia, la ausencia de detalles. Cuando alguien miente es más impreciso, divaga más. Por eso, otra de las causas que provocan que un texto resulte inverosímil es el abuso del resumen. Lo contamos tan rápido que pasamos por alto los detalles importantes.
Quizá sea más fácil entenderlo con un ejemplo. Pongamos que un adolescente llega a casa más tarde de lo habitual. Sus padres le preguntan: “¿Dónde has estado?” Y él responde: “Por ahí”. “Pero, ¿por ahí, dónde?”, insisten los padres. “Con un amigo”. “Pero qué amigo. ¿Por qué has tardado tanto?” “Estábamos estudiando para un examen”. Etc., etc. Parece que el chico no quiere facilitar mucha información.
Partiendo del mismo supuesto, pero otra conversación. “¿Dónde has estado?”, preguntan los padres: “En casa de Carlos. Mañana tengo un examen de Química y quería que me prestara sus apuntes de clase para fotocopiarlos”. Seguramente esta respuesta no provoque más preguntas.
¿Cuál de las dos versiones te parece más creíble? La segunda, ¿verdad? ¿Quiere decir esto que el primer chico miente y el segundo dice la verdad? Para nada. Puede ser que el primer chico dice la verdad, pero no tiene ganas de hablar, quizá porque le ha pasado algo; y el segundo puede haberse preparado la mentira con antelación, e incluso haberla preparado con su amigo Carlos. Del mismo modo que verdad no es lo mismo que verosímil, inverosímil no es lo mismo que falsedad.
En la vida diaria muchas veces vivimos situaciones inverosímiles. Sin embargo, sabemos que las novelas son ficciones, aunque a veces se parece mucho a la vida real. En la literatura buscamos lo verosímil.
Cómo lograr la verosimilitud literaria
A continuación, vamos a analizar cómo influye la verosimilitud literaria en un texto narrativo, y qué debemos tener en cuenta para lograrla.
Verosimilitud en los diálogos
La verosimilitud en un diálogo literario, por ejemplo, es fundamental para dar credibilidad a un personaje. En los diálogos, podemos lograr la verosimilitud literaria, entre otras cosas, por medio de los detalles que proporcionan los interlocutores. La cantidad de detalles, por ejemplo, en el testimonio de una persona nos desvelan si una persona miente o dice la verdad. Es interesante pensar en esto a la hora de escribir diálogos para nuestros personajes. Si un personaje no concreta, no explica muchos detalles de lo ocurrido, eso le hará perder credibilidad y verosimilitud. Como hemos visto ya en el ejemplo del apartado anterior.
Lógicamente, los parlamentos de esos diálogos tienen que ser coherentes con el personaje, con su cultura y su edad, por ejemplo: cómo habla, con qué registro, qué expresiones utiliza, etc.
Verosimilitud y coherencia en los personajes
Pero la verosimilitud de un personaje también debe estar en las acciones que realiza, en la coherencia de esas acciones. Todo lo que haga un personaje tiene que ser acorde con su forma de ser y su personalidad. No podemos forzar a que haga algo solo para lograr más intriga o tensión en la historia. Debemos preguntarnos: ¿De verdad haría esto este personaje en este momento? ¿Actuaría así, si fuera una persona real? ¿No estaré exagerando o forzando algo porque me conviene para la trama? Lo vemos por desgracia en muchas películas de terror, cuando un asesino entra en la casa y el personaje sube por la escalera al piso de arriba en lugar de salir corriendo por la puerta.
No debemos olvidar que un personaje es una invención sí, pero se hace “real” en la mente del lector. Decía Hemingway: “Al escribir una novela, un escritor debe crear gente viva; personas no personajes. Un personaje es una caricatura”. Una de las cosas que hacen verosímil a un personaje es que tenga defectos, así que cuidadito con los personajes Mary Sue.
Verosimilitud y géneros literarios
La verosimilitud literaria tiene relación también con el género del texto y con la coherencia histórica de la novela o cuento. Si estamos escribiendo una historia de género realista que trascurre en la época romana, para saber la hora el personaje tendrá que recurrir a un reloj de sol o a un reloj de arena, no le pongas uno digital en la muñeca. Esto en el cine se le conoce como error de “racord”.
No debemos pensar, sin embargo, que al escribir un cuento de género fantástico, todo lo que escribamos será creíble solo por el hecho de que podemos imaginarlo. Como es fantasía, todo vale. No funciona así. Cada historia tiene sus propios límites y su propia coherencia interna. Para que algo resulte verosímil debemos primero mostrarlo, colocarlo en el escenario y en la escena y, después, darle un sentido lógico dentro de la propia historia, una coherencia interna.
De nuevo los detalles, la cantidad de detalles y cómo facilitamos esos detalles al lector, en qué orden y de qué manera, es fundamental a la hora de que un texto resulte verosímil. Con frecuencia inventamos mundos y personajes que están perfectamente claros en nuestra cabeza, los visualizamos, vemos moverse a los protagonistas, pero a la hora de la verdad, cuando escribimos, al lector solo le llegan la mitad de las cosas que nosotros vemos, y es ahí donde la verosimilitud empieza a tambalearse. El lector siempre parte de un lienzo en blanco, tienes que ir, poco a poco, dibujando tu historia en su cabeza.
La importancia de una buena descripción literaria
Una buena técnica que puede ayudar a orientar al lector a realizar buenas descripciones, aunque no es el único modo de hacerlo, es describir de lo general a lo particular. Esto es algo que hacemos normalmente bien en el habla coloquial. Si le contamos a un amigo que nos hemos comprado una vivienda, primero le decimos si es un piso o un adosado, si es un segundo o un quinto piso, si tienes tres habitaciones, etc. Después añadimos detalles como que el mobiliario de la cocina es de madera de roble o que el suelo del baño es de mármol. Esto que nos parece evidente, no lo es tanto a la hora de realizar una descripción literaria, ya que es uno de los errores más frecuentes que encuentro en los textos de mis alumnos cuando se trata de describir mundos fantásticos.
Por ejemplo, si estás imaginando un bosque lleno de criaturas extrañas, no comiences describiendo el colgante dorado con forma de estrella que lleva puesto un búho que está escondido detrás de una roca que hay justo a los pies de uno de los abetos. Empieza por la masa arbórea, la altura de los árboles, la claridad u oscuridad del lugar, el tipo de terreno, el color del cielo… Luego céntrate en esa roca, dónde está y cómo es, y entonces muestra el búho, haz que el lector le oiga graznar, o incluso hablar o lo que sea, para acabar describiendo el colgante dorado. Si logras que el lector pueda verlo, será mucho más fácil creerlo.
Verosimilitud y voz narrativa
Por último, la verosimilitud tiene que ver con la voz del narrador, con quién le va a contar la historia al lector. Y para ello lo fundamental es que esa voz nos resulte natural. En parte nos creeremos lo que dice por la manera en que lo diga, por la confianza que nos dé. Piensa en algo difícil de creer. Si te lo cuenta alguien que te cae mal será más difícil que te lo creas que si te lo cuenta tu amigo, ¿verdad? Por eso es tan importante la voz narrativa. Recuerda de nuevo que el narrador tiene que mostrar, no imponer, ni juzgar.
Para concluir mi explicación de este concepto de escritura creativa te recomiendo leer Las paradojas del guionista, de Daniel Tubau, un libro interesante en el que se explica muy bien qué significa la “verdad” de la verosimilitud de la ficción. Puedes leer a continuación un fragmento:
Cuando se escribe, lee o analiza un guion, se tiene muy en cuenta que la historia sea verosímil. Que los personajes parezcan verosímiles y que los diálogos suenen verosímiles. Todo ha de ser verosímil, incluso los decorados o el vestuario. Nadie se creería una película realista acerca de Julio César si el legendario general romano vistiese un kimono japonés.
Pero ¿qué es lo que hace que algo resulte verosímil? La respuesta inmediata es sencilla: «Una cosa es verosímil si parece real o verdadera». Lo malo de las respuestas sencillas es que pocas veces son verdaderas.
Si pensamos en películas como Harry Potter, La guerra de las galaxias o El señor de los anillos, empezaremos a dudar que se pueda identificar sin más lo verosímil con la realidad. Porque nadie cree que existan de verdad todas esas extrañas criaturas: elfos, hobbits, magos, ogros, guerreros jedai y robots que hablan. Ninguna de esas cosas parece verdadera, real, existente. ¿Es verosímil, como sucede en Harry Potter, que un niño coja un tren en la estación de King’s Cross y que ese tren le lleve a un instituto donde sólo estudian magos y cuya existencia es ignorada por el resto de la humanidad?
Por supuesto que no. Sin embargo, el espectador acepta todo eso durante las dos o tres horas que dura la película (y en cuanto sale del cine vuelve a lanzar a todas esas criaturas al desván de las fantasías).
El mismo espectador que acepta como verosímiles en el mundo de la ficción los viajes a la velocidad de la luz, un instituto para magos que existe en el plano paralelo al mundo ordinario o una extraña civilización llena de orcos, hobbits y elfos, no aceptará algo tan sencillo como que un hombre normal y corriente pueda arrojar a su enemigo al otro lado de la Quinta Avenida con solo la fuerza de su brazo. Pero si ese hombre ha sido bombardeado con rayos gamma, entonces sí parecerá razonable que lance a sus enemigos al otro lado de la Quinta Avenida, cuatro calles más allá o al estado vecino, o que recorra Estados Unidos en unos cuantos saltos, como hace ese hombre normal y corriente cuando se convierte en La masa.
Curiosamente, la inverosimilitud de arrojar a un hombre al otro lado de la Quinta Avenida se hace verosímil gracias a una inverosimilitud mayor. Porque, desde el punto de vista de las leyes de la física que rigen nuestro universo, parece más fácil aceptar que un tipo normal y corriente arroje a su enemigo al otro lado de una calle que el que alguien sea bombardeado con rayos gamma y que, no solo sobreviva, sino que además adquiera superpoderes. Y que cuando se ponga nervioso el cuerpo le crezca varios metros, y toda su ropa quede destrozada, excepto la parte de arriba de los pantalones, que le sigue cubriendo sus ahora monstruosas vergüenzas.
Así que lo verosímil no parece tener que ver con la realidad o la verdad, sino más bien con las reglas del juego del relato. Una vez definidas unas reglas, aceptamos como verosímil lo que se ajusta a ellas.
Aprende estas y otras técnicas narrativas en nuestros cursos de escritura.
Bibliografía:
Las paradojas del guionista, de Daniel Tubau. Alba editorial.
Es realmente complicado lograr verosimilitud en un texto y requiere un gran trabajo previo de planteamiento y organización argumental para que aquello que podrían resultar completamente ridículo, se convierta en algo natural y casi esperable a los ojos del lector.
En mi opinión, uno de los géneros que requieren un mayor esfuerzo en ese sentido es el de realidad fantástica o slipstream, precisamente porque juega con conceptos tan inverosímiles y oníricos en ocasiones, que se tiene que construir muy bien la historia para que el lector no termine diciendo “¿pero qué demonios?”.
Un artículo fantástico, la verdad. Muchas gracias por compartirlo.
Un cordial saludo.
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Gracias, me fue de mucha ayuda.
¿Alguien me puede dar un ejemplo de verosimilitud?
Gracias.
La verosimilitud es un concepto muy amplio. Es difícil poner un ejemplo si no me concretas un poco más. ¿Verosimilitud de una historia, de un personaje, de una escena? Como se explica en esta entrada del blog, depende de la historia y de cómo la contamos.
Si en un texto se presenta un espacio que existe en la realidad, por ejemplo, Alaska, ¿las características de este lugar serían verosímiles o verdaderas?
Depende Guillermo. Tendría que leer el texto. Si en el texto se dijera que una de las características de Alaska es que tiene un clima cálido, ni sería verosímil ni verdadero. Si las características que se indican sí se corresponden con las de Alaska, serían verdaderas puesto que ese espacio existe en la realidad.
Verosímil, tal y como se indica, es que tiene apariencia de verdadero, parece real aunque no lo sea, aunque el lugar o escenario no exista.
Pregunta:
¿Cuál debería ser – deber ser – El narrador ideal ?
¿El narrador observador y / o protagonista?
Los personajes deben hablar por sí mismos; así la verosimilitud esta más cerca a lo real .
El narrador omnisciente, el más usado por los grandes escritores es el menos verosímil.
Es lo que creo.
¿Que opinan?
Gracias
Hola, Fabio:
No hay un narrador ideal para todas las historias. Cada texto narrativo, ya sea un relato o novela, dependiendo de la intención, de lo que queramos contar, pide un narrador (o puede que varios). No estoy de acuerdo en que el narrador en primera persona está más cerca de lo “real”. ¿Qué quiere decir esto? ¿Acaso una persona va narrando habitualmente su propia vida? Tampoco es “real” el narrador omnisciente, que ni siquiera es un personaje. Pero si lo han usado los grandes maestros de la literatura, alguna ventaja tendrá, ¿no? 😉 Al final la verosimilitud depende de cómo use el escritor ese tipo de narrador.
Entiendo que, a lo que te refieres, quizá sea que, si narras en primera persona, uno puede acercarse más a lo que siente el personaje. Es lo que oigo decir a muchos alumnos. Pero un narrador en tercera también puede hacerlo, todo depende de si el autor domina los recursos que le permiten acercarse o alejarse al personaje para cada tipo de narrador. Al final es cuestión de técnica, de dominio del oficio. De saber qué narrador es más adecuado en cada caso.
Gracias por pasarte por aquí.
PREGUNTA:
¿QUÉ RECURSOS NARRATIVOS SON NECESARIOS E IMPORTANTES PARA QUE EL TEXTO TENGA UNA BUENA VEROSIMILITUD?
Hola, Wilmer:
En primer lugar, trata de no escribir en mayúsculas. Eso significa que lo que escribes lo dices gritando, pero imagino que no es tu intención. Si queremos escribir bien, hay que hacer un esfuerzo y prestar atención a todo lo que escribimos.
La verosimilitud es un concepto complejo, no hay una regla fija, una clave donde está la solución. Cuantos más recursos emplees mejor. Por citar alguno no debe faltar la visibilidad, si consigues convertir tus palabras en imágenes en la mente del lector, si logra ver moverse al personaje en su cabeza, será más fácil que el lector te crea, que se “trague tu mentira”.
Por supuesto, la historia tiene que tener un lógica interna. Si has creado un mundo inventado (algo habitual en las historias de fantasía), o una sociedad ficticia, debe de tener un origen y una explicación evolutiva o histórica. Un par de cosas más, que son fundamentales: las cosas importantes de la historia no deben suceder por azar y las decisiones del personaje deben ser coherentes con su personalidad.
Gracias por pasarte por aquí.
Gracias
Hola, ¿cómo puedo identificar si un texto es verosímil?
Hola, Delfina.
Es una pregunta difícil. No es como las matemáticas, no hay una fórmula. La verosimilitud depende de la percepción del lector, si lo cree posible dentro de la historia que le estás contando. Normalmente un texto es o no verosímil dependiendo de la información que facilitamos a los lectores, aunque también del género que estás escribiendo. Que un hombre vuele, por poner un ejemplo, no es verosímil en una novela realista, sí en una de género fantástico. La coherencia de las acciones que puede realiza un personaje también es clave. Es un conjunto que cosas que hay que analizar.
¿Y cuál sería la diferencia entre “ficción” y “verosimilitud”?
Según el esbozo de definición que nos brinda el artículo éstas serían lo mismo ¿no?
Hola, Maya:
¡Ooops! Lamento que te parezca un esbozo el artículo. Tal vez no me ha explicado bien, snif. No valgo para explicar la verosimilitud, buuuua, menuda profe de escritura creativa soy, buuuaaa.
Bromas aparte. No, no es lo mismo ficción que verosimilitud. Tampoco el artículo dice eso. Ficción y verosimilitud son cosas distintas. Por ejemplo, ¿nunca te ha pasado que un amigo te ha contado algo que era verdad y no le has creído? Era algo real, no ficticio, pero te resultó inverosímil.
O lo contrario, alguien te contó un “cuento” y te tragaste la mentira. En este caso era una ficción que resultó verosímil.
Ficción viene de “fingir”. Una ficción es una invención, una mentira, algo que no es real o no ha sucedido. Pero algo ficticio puede resultar verosímil o inverosímil. Dependerá de muchas cosas, de cómo lo cuentes, sobre todo. Algunas ideas de cómo lograr verosimilitud están en el artículo. Para ahondar más en ello ya tendrás que hacer el taller de relato, ;). No, en serio, es un concepto complejo, y requiere práctica asimilarlo.
Gracias por pasarte por aquí.
¿A qué mecanismos recurre Tennese Williams para dotar de verosimilitud el primer acto de la obra “La gata sobre el tejado de zinc”?
Ay se que este articulo ya tiene su tiempo pero por favor, si pudieras ayudarme te lo agradeceria, lo necesito para un trabajo :c
Lo siento, Daniel, pero no me le leído la obra. Y como comprenderás no tengo tiempo para leer lo que se supone que deberías leer tú. Tampoco creo que deba hacer tu trabajo.
Además la pregunta es muy compleja, hay que analizar el texto. La verosimilitud es un concepto muy amplio. Cosas que puedes mirar y analizar: si los personajes hablan conforme a su cultura (fíjate en su vocabulario), si los diálogos son coherentes y reflejan la emoción de los personajes, si los escenarios dónde se sitúan los personajes están bien reflejados (descripciones y visibilidad); si hay bastantes referencias temporales, al contexto o a la época dónde sucede la historia, etc.; si en el argumento no hay lagunas, vas siguiendo los hechos que suceden con facilidad, etc.
Gracias por la información me fue de gran utilidad.
¿Cómo afecta a los personajes el uso de lo verosímil?
Pues en la medida en que nuestros personajes tienen que resultar creíbles al lector: deben ser coherente en sus actos, forma de hablar, reacciones, etc.
¿La verosimilitud es reconocida como un recurso literario?
Coloquialmente a veces se le denomina recurso. A la hora de aplicarlo a un texto podemos decir, por ejemplo, que un escritor utiliza recursos de verosimilitud. Pero más que un recurso es un concepto algo más complejo. Si es para un trabajo de clase, seguramente con recursos literarios se estén refiriendo a las figuras retóricas y, en ese caso, la verosimilitud no lo es.
¿Cómo relacionas lo verosímil con el uso de los géneros discursivos?
Hola, Juan:
Se entiende por géneros discursivos a la clasificación de los textos en función de las características del discurso. Así pues los textos según su discurso y tipo de enunciado pueden ser: textos narrativos o literarios (novelas y cuentos), administrativos, periodísticos (crónica, noticia), científicos, legales, etc. También hay textos más simples, como una carta o un email.
Lo verosímil es un concepto que precisamente se utiliza en la literatura, las novelas y cuentos deben ser verosímiles, que no ciertas, veraces o verdaderas, como se explica en esta entrada.
Pero en un artículo científico, por ejemplo, no se pide verosimilitud, sino verdad. Un científico NO tiene que escribir un artículo “verosímil” acerca de un experimento con unas conclusiones que resulten creíbles, tienen que poner los resultados que le da exactamente el ensayo, los reales, los verdaderos, parezcan o no verosímiles. Es un discurso objetivo.
En otros géneros, como el periodístico, si se trata de un artículo de opinión o una crónica, por ejemplo, el periodista puede ser más o menos subjetivo, y sus conclusiones pueden ser más o menos verosímiles. En la noticia de periódico en cambio, también es de género periódistivo, se pide veracidad no verosimilitud.
En cualquier caso nosotros en este blog solo nos ocupamos de los textos narrativos y literarios, no del resto de géneros discursivos. Imagino que lo preguntas para algún ejercicio de clase, pero tendrás que informarte bien de lo que te piden. Pero ten en cuenta que verosímil es que resulte creíble, aunque sea mentira, aunque sea una ficción.
Gracias, igual me ayudó.
¿Por qué se dice que la literatura tiene carácter verosímil?
Porque lo que se busca en la literatura es la verosimilitud, no la verdad. No importa si ocurrió o no, sino si es creíble dentro de la ficción representada.
Hola! Me ha parecido interesante su publicación, justo necesito preguntar esto: ¿qué cuentos de hadas suele ser verosímil maravilloso? Es para una tarea, saludos. 🙂
Entiendo que es una pregunta de desarrollo, Mónica. Imagino que se refiere a que estudies algunos cuentos de hadas y analices cómo logran la verosimilitud, una verosimilitud dentro de la fantasía, eso sí, dentro de la lógica interna de ese tipo de historias. Es un término complejo, no tiene una respuesta única ni simple. Aquí te explicamos lo que es la verosimilitud literaria. Quizá habéis leído algunos cuentos de hadas en clase y se trata de que los analices conforme a este concepto.
Saludos
Hola que tal, ¿la verosimilitud se puede encontrar en cuentos de terror?, no es para ninguna tarea ni nada ni que me encuentro leyendo uno, gracias.
Hola, Rosa:
Claro, la verosimilitud debe estar en cualquier cuento, o en cualquier buen cuento, debería decir. Un cuento debe ser verosímil para que el lector se meta en la historia. Los detalles, la visibilidad… es importante para crear ese miedo en el lector. Además con frecuencia los cuentos de terror tienen elementos fantásticos, con lo que trabajar la verosimilitud para que resulte creíble, dentro de la ficción, es muy importante.
Gracias por tu riquísimo texto. Me gustaría preguntarte por como juega lo verosímil no en un relato de ficción sino en un relato histórico-vivencial. Si un narrador implicado en un relato de algo que le sucedió puede correr el riesgo de resultar inverosímil. Gracias!
Por supuesto, Daniel. De hecho menciono en la entrada que, muchas veces en clase, algún alumno, después de leer un relato y decirle que no acaba de resultar del todo verosímil, comenta que esa historia ocurrió de verdad, como si ese dato anulara la corrección. Pero verdadero es distinto de verosímil. Un narrador, aunque haya vivido algo en primera persona, no puede contarlo todo, tiene que hacer una selección de los hechos. Y ahí está normalmente el problema, que, en ocasiones, algún elemento clave se suprime, quizá porque el autor-protagonista-narrador lo da por hecho. Sin embargo, el lector no estuvo allí. Necesita de todos los detalles relevantes para formarse esa verosimilitud. A veces estar tan cerca de algo, haber vivido una historia de cerca, nos dificulta la valoración de lo que es importante y lo que no.
Gracias por pasarte por aquí.
¿Me darías un recurso en la literatura para hacer un ambiente verosímil?
Puedes lograr un ambiente verosímil dando visibilidad a los escenarios y a los personajes. Aportando detalles singulares, precisos, logrando que el lector pueda ver lo que estás contando.
Hola q tal !
¿Mi duda es como relaciono la realidad, con la ficción y lo verosímil?
Muchas gracias
Aguardo la respuesta
Saludos
No entiendo bien tu pregunta, Cynthia. ¿Podrías concretarla? Realidad y ficción no son lo mismo. No tienen por qué estar relacionadas.
Me pareció muy interesante, pero me surgio una duda, cuáles son las principales caracteristicas de la verosimilitud.Gracias.
La verosimilitud es una característica de los textos literarios, al menos en la buena literatura.
¿Podrían recomendar algunos libros literarios diferentes que contengan ejemplos de construcción de verosimilitud?
La verosimilitud es un concepto muy complejo y amplio. Afecta a la historia, la trama, el narrador, los personajes… Todo buen libro debe contruirse de manera verosímil.
Hola. Muchas gracias por todo lo que explica. Me ayuda mucho. Quisiera hacer algunas preguntas. Hasta ahora he tratado de generar verosimilitud en mis historias explicando antecedentes de lo que hace un personaje, pero estos antecedentes me dan la sensación de que estoy “forzando” al lector a creerse algo que hace el susodicho, y no creo que ese sea el camino. Es como si estuviera acomodando el personaje a la trama creo yo. ¿Es válido hacer eso? ¿Sería una técnica válida, explicar antecedentes de una acción de un personaje, un camino para lograr verosimilitud? Y otra cosa, sí lo hago… ¿qué consejos me podrías dar para evitar “forzar” al lector que se crea lo que estoy diciendo? ¿Cómo hacerlo sin que se sienta forzado?
Incluir antecedentes es un buena forma de dar verosimilitud a la historia, pues nos ayuda a conocer mejor al personaje, a entenderlo y, por tanto, a que sus actos, si son coherentes, resulten más verosímiles. La cuestión es que no debes incluir los antecedentes de forma brusca, como una larga lista de párrafos que expliquen el comportamiento de tu prota. La clave, como siempre, es evitar lo que se conoce como “exposición forzada” que es cuando el narrador nos incluye la información de sopetón, de forma descarada para informar al lector. Se trata de añadir información, pero de forma sutil, poco a poco, insertada en la historia, pero que resulte natural. Sin explicárselo al lector, sino que, de forma indirecta, tenga la información o antecedentes que necesita para entender la historia.
En este libro titulado Consignas para escritores se explica esto que te comento de la exposición forzada.