
La manera en la que surgen y se trabajan los personajes es diferente de un escritor a otro y también según el tipo de novela. En algunos personajes se busca la generalidad, la identificación con todos los lectores, en lo que ocurre con los personajes arquetípicos; en otros, lo singular del personaje es lo que le da fuerza. Sobre estas dos formas de entender a los personajes, Pepa Roma dedica una sección a hablar de los “Personajes de novela”, en su libro La trastienda del escritor. A través de la experiencia de algunos escritores, podemos aprender a crear personajes de novela, personajes atractivos que sepan enganchar a nuestros lectores.
Casi a la par que el tema y el punto de vista, surge otra pregunta: ¿En qué personajes encarnaré la historia? A menudo antecede al mismo argumento. Y a partir de imaginar un personaje como surge y se desarrolla el argumento de una novela o un cuento.
Las edades de Lulú surgió a raíz de imaginar a un personaje que fuera una especie de versión contraria del protagonista de Con las mujeres no hay manera. Adoro a Boris Vian, creo que desde mi adolescencia lo he leído todo de él, pero sobre todo esa novela, que publicó con el seudónimo de Vernon Sullivan. En ella, el protagonista es un pijo parisino que se acuesta con una banda de lesbianas. Inspirándome en esta idea quise hacer de mi protagonista a una mujer, una burguesa casada, que acabara metida en el lumpen gay. Pero cuando me pregunté quién era ella, por qué se sentía atraída por un mundo tan alejado del suyo, me di cuenta de que me interesaba más ese nuevo personaje que surgía de las respuestas que me daba que mi idea original, así que toda la novela cambió de sentido”, cuanta Almudena Grandes.
Aunque es difícil trazar una línea clara, muchos autores distinguen dos formas de construir sus personajes. Una, aquella en la que todo, acción, argumento, se genera a partir de los personajes; y dos, aquella en la que el autor utiliza a sus personajes como marionetas, como un instrumento para encarnar o desarrollar una idea.
Hay personajes de novela que se leen casi exclusivamente en clave simbólica, como el Fausto de Goethe, casi todos los del teatro de Shakespeare y, en general, de toda aquella literatura donde puede verse la herencia de la tragedia griega. El destino se impone sobre la persona. Es también la característica de los cuentos metafísicos de Jorge Luis Borges o de Baricco, el autor de Seda.
En cambio, en las novelas de Carmen Martín Gaite, así como en todas aquellas que pueden adscribirse a lo que ha venido en llamarse literatura “de vivencias”, todo parece desarrollarse a partir de la lógica y los avatares vitales de los personajes. Lo mismo cabe decir de la novela social anterior, donde la observación empírica de la realidad es la que manda, como en La colmena de Cela o las novelas de Juan Marsé. Las enseñanzas filosóficas o existenciales que podamos extraer de la novela no están predeterminadas por una idea o esquema previo, sino que proceden de lo que sean capaces de dar de sí sus personajes, es decir, de su realidad vital y/o social desmenuzada, observada y no al revés.
Así que, mientras los primeros, que casi siempre tratan de sustentarse en arquetipos humanos —aquellos rasgos en los que pueden identificarse muchos individuos y que forman parte de la herencia o subconsciente colectivo—, parecen más propios o más frecuentes en la novela filosófica, fantástica y épica, los segundos, que extraen su fuerza de la singularidad de cada rasgo, del carácter y contradicciones de la naturaleza humana sobre la que se proponen llamar nuestra atención, son los más ligados a la novela clásica del XIX, de crítica social o psicológica y, por extensión, a la llamada “literatura de vivencias” actual.
George Eliot cuenta cómo pasa de un tipo de personaje a otro a medida que evoluciona su concepción de la novela. En 1857 escribe a un amigo: “Mis historias siempre crecen a partir de los personajes dramáticos”.
Es una característica de la novela psicológica en la que, generalmente, todo gira alrededor de los caracteres.
y no se utilizarán con fines publicitarios o para introducir enlaces.
Os ayudamos a resolver únicamente dudas puntuales, no los deberes para clase.
Gracias por tu comprensión.
Al clicar en Publicar comentario aceptas expresamente nuestro
aviso legal y política de privacidad.
Deja una respuesta